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Massimo Cacciari Arte En Nietzsche

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MASSIMO CACCIARI ENSAYO SOBRE LA INEXISTENCIA DE LA ESTÉTICA NIETZSCHEANA Publicado en Desde Nietzsche. Tiempo, arte, política. Trad.

Mónica B. Cragnolini y A. Paternostro, Biblos, 1994, págs. 83-98.

1. Es conocida la afirmación de Nietzsche en El origen de la tragedia por la cual el arte aparece como la verdadera actividad metafísica del hombre . Aun en el Ensayo de una autocrítica de 1886 él recalca que aquella juvenil metafísica de artista contenía ya lo esencial de su pensamiento sucesivo. Es lícito, por lo tanto, considerar en términos sustancialmente unitarios la concepción nietzscheana del arte. Nietzsche no está interesado en la elaboración de una estética como un dominio filosófico especial ; el arte es para él problema filosófico-metafísico: en la actividad artística está en juego una apertura al ser, una iluminación metafísica sobre el sentido del ente. Producción artística e interpretación del producto artístico son ambos problemas filosóficos. No existe autonomía del arte respecto a lo filosófico, así como no existe autonomía de lo filosófico respecto al arte. Arte y filosofía se presentan perennemente unidas en aquella deconstrucción de la tradición metafísica europea que constituye el objetivo de la total crítica nietzscheana. Pero esta afinidad es revelable por diferencia. La consideración del hecho artístico es llevada a cabo filosóficamente, no porque el arte sea representación o se limite a imaginar las ideas filosóficas. El arte es problema filosófico en tanto su estructura es problema para la filosofía; su presencia, la presencia de su palabra choca con la dimensión conceptual del trabajo filosófico. Arte y filosofía se unen polarmente, por oposición. De una vez Nietzsche supera, por esta vía, toda estética decadentista de la autonomía pura del hecho artístico, así como todo contenido ideológico. Arte y filosofía están indisolublemente conectados en tanto problema el uno con la otra. Aún más: el arte es siempre presencia amenazante-inquietante para la pura filosofía. Recordamos las páginas kantianas sobre el disturbio que la música puede causar al filósofo inmerso en sus meditaciones. La consideración filosófica construye múltiples estéticas para ordenar este inquietante material. Detrás de sus asegurantes imágenes de grados del Espíritu, también en Hegel arte y religión manifiestan tensiones irresueltas, contradictoriedad incurable frente al durus sermo filosófico. El trabajo del Espíritu consiste esencialmente en superarlas. Pero este encarnizado trabajo es explicable solamente por el hecho de que el arte está originariamente conectado al problema filosófico, donde interroga modalidades constitutivas. En cambio, aún en Frege, poesía-Dichtung es desecho , residuo ineliminable, frente a la forma lógica del lenguaje maduro -un simple revelador de la finitud y precariedad de nuestra razón. No es éste, en absoluto, el modo nietzscheano de afrontar la metafísica del artista . Aquí el arte no reivindica ninguna autonomía . El arte denuncia explícitamente la inquietud filosófica en lo que a él respecta. No se sueña con aceptar la dimensión del desecho . Su forma es problema filosófico. Ella interviene en el juego filosófico y allí desordena los trayectos. ¿Cuáles son las razones de esta intervención? El problema filosófico del arte se centraliza en la relación arte-mentira. En el prefacio a la segunda edición de La gaya ciencia, Nietzsche dice: Nos ha fastidiado este mal gusto [...] querer la verdad a toda costa [...] esta fascinación de adolescentes por el amor a la verdad . La artes son excogitadas como una especie de culto de lo noverdadero . Estas indicaciones se articulan plenamente sólo en los Fragmentos póstumos sucesivos al Zaratustra. En el contexto de La gaya ciencia puede aún parecer que se trata simplemente de descubrir al juglar escondido en nuestra pasión por el conocimiento - y aquello que en el arte se limite a enfatizar la dimensión romántica del ejercicio interminable de la ironía, solamente deconstructiva, sobre el mundo-verdadero. En los Fragmentos póstumos, sobre todo en aquellos que pertenecen al período 87-88, es evidente, en cambio, que Nietzsche no está interesado en una estética especial -en el caso en cuestión, la irónico-romántica-, sino en la definición de las estructuras fundamentales del hecho artístico. En el arte él aprehende una facultad general, un poder-Kraft que tiene validez universal. En el arte está en juego una dimensión general del ser, una total facultad falsificante. El arte es la facultad -Kraft que niega la verdad- o, mejor dicho el arte es expresión de esta facultad universal, y por lo tanto activa en cualquier otro dominio. Pero en el arte el genio de la mentira resurge en su pureza -el poder de la mentira se muestra en toda su luz y belleza. Aquella voluntad de poder que nos permite reducir la cruel realidad, contradictoria y sin sentido del mundo a nuestra necesidad de vivir -aquella voluntad de poder que es la gran creadora de la posibilidad de vivir - pone sus nervios al desnudo en el arte. Tenemos el arte para no perecer frente a la verdad . El arte es por eso problema filosófico por excelencia, en tanto impone la presencia de una universal capacidad .falsificante, una facultad de mentira frente a la facultad de juicio y entretejida con ella, facultad del juicio que se auto-proclamaba fundada sobre la sólida roca de lo Verdadero y por eso poderoso sobre el mundo. Nada más simple que entender todo esto en modo irracionalístico-vitalístico . La facultad falsificante nietzscheana se transforma así en proceso de liberación de los vínculos logocéntricos de lo Verdadero. El arte -que en estas interpretaciones absorbe en su dimensión el completo pensamiento de la voluntad de poder- expresaría así una fuerza meramente desestructurante, del todo indefinida en sus resultados. Pero las malas metafísicas de lo indefinido y de lo interminable se encuentran con elementos incontrovertibles del pensamiento nietzscheano. En un fragmento de 1887, Nietzsche ilustra en estos términos el operar de la voluntad de poder en el arte: La razón por la cual la belleza tiene para el artista un valor más allá de toda jerarquía, es que en la belleza los contrastes son domados, que ya no es más necesaria ninguna violencia, que todo parece seguir y obedecer....

la última filosofía posible es filosofía del arte en el sentido más pregnante de la expresión: filosofía de la necesidad del arte. el culmen del arte se alcanza en la figura del filósofo artista. la no reductibilidad del conocer a la dimensión lingüístico-discursiva. de estar frente a ellos con ojo despejado. modalidad que problematiza las modalidades lógico-discursivas. por otro lado. pero él debe ser examinado según una perspectiva capaz de poner nuevamente en juego la total estructura. no sólo exenta de toda sugestión genial . el mundo se nos abriría exclusivamente mediante pensamientos pro-ducidos lingüísticamente. como máximo. Es imposible reencontrar allí un solo indicio en favor de una interpretación ingenuamente dionisíaca de la embriaguez artística. O.o sea. para el cual el vértice de la evolución se condensa en el concepto de gran estilo . hacia armonías difíciles hacia un nuevo gran estilo .y de pensamientos últimos. sino que expresan una prepotente necesidad del conocimiento . no tendremos nunca nada que ver con pensamientos. como de. sino la facultad de quebrar confundir lo simple-inmediato.Lo que deleita a la voluntad de poder es la armonía alcanzada -no el deconstuctivo en sí mismo. si de él. La deconstrucción de lo Verdadero lógico-metafísico tendría lugar en las formas del arte en tanto asumidas como meras configuraciones signicas . con conocimiento sino con fantasías. llega al reconocimiento de esta facultad falsificante como una formula universal del conocer. es necesario volver a considerar al arte como manifestación de una universal facultad falsificante. Por consiguiente. y por tanto. una fuerza capaz de armonizar los contrastes más violentos. como estructura del conocer. conoce las nuevas formas en las cuales puede darse el pensar fuera de tal dimensión. El problema que aquí sale a la luz tiene relación con un presupuesto vital de la tradición filosófica europea. de la actividad predicativo-discursiva. Por eso en La gaya ciencia el arte es llamado un alegre mensajero : sus formas no están en absoluto en inmediata. Por las razones ya recordadas al inicio. complejas armonías. inmediata oposición a conocimiento : el arte es directamente aprehendido en el ápice de la actividad filosófico-metafísica. el arte existe como prepotente necesidad de conocimiento . demasiado humano está inspirada en una análoga concepción del hacer artístico. Nietzsche afirma que es tarea de la última filosofía demostrar la necesidad del arte -y aún. que cosa se dice . La voluntad de poder en el arte se expresa en el querer tornar-bellas las cosas. En esta dirección van innumerables aforismos nietzscheanos. de las cuales siempre es posible afirmar verdad o falsedad. un colmo. de la que la metafísica dispone. de los lapsus de la actividad discursiva. . en grado de teorizarlos. La completa Cuarta Parte de Humano. fuerte conexión metafísica-arte. Las últimas proposiciones citadas demuestran.es expresión de pensamientos . La facultad falsificante que el arte representa falsifica la concepción unívoco-reductiva de lo Verdadero. Por lo tanto. en otros términos. o sea mediante un logos predicativo-discursivo. Pero el Signo de Nietzsche -como aquel de Hölderlin. Nietzsche subraya de continuo cómo las configuraciones signicas que constituyen la obra de arte tienen valor cognoscitivo -expresan un saber. sino extraña también a toda autonomía de la esfera estética respecto al problema total del conocer. pero en un sentido del todo opuesto a las metafísicas de la liberación: libera hacia formas nuevas y complejas de conocimiento. una nueva relación ya no más de recíproca exclusión. no sólo el trabajo artístico no tiene nada que ver con los deslizamientos de la fantasía. El mundo nos es dado exclusivamente a través de las formas de la discursividad lingüística. simple oposición a las formas lógicas. Libera. O. viceversa. en el domar la propia fuerza fantástica . y de evidente influjo vanguardistico . Por eso el arte problematiza el espacio tradicional del logos. llegando al reconocimiento de la necesidad del arte. en el caso de un hecho artístico. un exceso de poder plasmante-formante. del todo irrelevantes para el auténtico logos -o. El arte es modalidad de apertura al ser. remueve sus fundamentos. En los fragmentos del así llamado Libro del filósofo. que el filósofo artista expresa el concepto superior del arte .pero no en el sentido vetero-contenedor en el que la forma es un medio para la expresión del pensamiento y se trata. por eso. para alcanzar trágicas. el total fundamento de la Ratio europeo occidental. es la lectura de este Nietzsche en clave sígnica . en los últimos Fragmentos. El arte es para Nietzsche. un genérico hundimiento de la discursividad normal . o aún. en una forma artística conocedora de la propia necesidad. que esta facultad falsificante no debe ser entendida en una simple. El arte demuestra que la dimensión del pensar no es reductible a la categoría de la lógica. Existe una. casi al punto de querer representar únicamente el trabajo del negativo . conocimiento-arte. En base a tal presupuesto. a fortiori. ¿Cuál es el significado de este entrecruzamiento? Para comprenderlo. Esta afirmación de La gaya ciencia se explica ulteriormente en aquel fragmento de 1888. Por lo tanto. el arte en cuanto actividad metafísica en gran estilo torna visible una nueva unión entre conocimiento y mentira. Ahora para tal tradición no tendría sentido interrogarse sobre la verdad o falsedad del arte. de buscar además de la forma. El discurso nietzscheano parece dirigido al derribamiento de un planteamiento semejante: el arte demuestra la existencia de una facultad general capaz de falsificar la concepción metafísica de lo Verdadero. así como la última filosofía posible es filosofía de artista . en todo caso. sino que más bien consiste. entre tanto. de heraclitea ascendencia. Por lo tanto: la filosofía última. anuncia la posibilidad de pensar en formas diferentes de aquellas lógico-filosóficas. Aquí la forma es pensamiento. Error recurrente. de toda idea ex-stática. y por la cual no puede darse pensamiento o conocimiento si no es en la forma del logos. la configuración sígnica en cuanto tal demuestra cómo se dan pensamientos en forma no lógico discursiva. un entrecruzarse de perspectivas: por un lado. expresantes de los limites o de los necesarios días de descanso. Su actividad falsificante conoce: conoce cabalmente. El último arte es filosófico por excelencia.

Pero forma y signo amados a tal punto. No las retóricas decadentes del art pour l art. en realidad. aquel que exalta más allá de la medida la potencia falsificante de su arte. no porque sustituya al antiguo Fundamento. el carácter abismal (ab-gründlich: sin fundamento. que pueden ser sentidos en verdad dionisíacamente. Como Derrida ha explicado: la Verdad falsificada . más allá de las partes (vienen a la memoria las páginas de Musil sobre el Gran Literato). La Forma artística abre al . también el arte de la fantasía libre (¡no domada!). ella exige nuevos criterios de conocimiento. por un lado. la apariencia de las propias configuraciones sígnicas. de aquellos que quieren acordar y conciliar. Este arte miente demasiado. Zaratustra dice que está cansado. A este mentiroso se opone la auténtica mentira del gran poeta. por lo distinto. aquel que le da forma a pensamientos sublimes. del Sentido. de los propios juegos. apariencia abismal. con tanta lúcida embriaguez. El demasiado que destruye el gran estilo. el anhelo de qué cosa . sino sobre el hecho de que los poetas ( nosotros poetas ) mienten demasiado. asume el rol que la apariencia tenía a sus ojos. él afirma la verdad de la apariencia. Los poetas asumen de buena gana las partes de intrigantes y mediadores. La actividad falsificante que es el arte no es por eso sólo critica con respecto al logos. La esencia secreta de la naturaleza. la perfecta medida que puede alcanzar. que se basa justamente sobre aquello que para el logos es mentira: la forma. verdad de la no-Verdad. y cuya embriaguez. el carácter de velo. El arte de lo profundo es del todo solidario con lo Verdadero de la metafísica. El arte se mueve entre las formas humanas demasiado humanas de apertura al mundo -y aquí debe ser entendida su potencia falsificante. y la apariencia deviene única verdad. el pensamiento de la verdad de la apariencia. y por otra parte. en el producto artístico. quiere lucidez y claridad.La facultad falsificante se revela en el gran estilo . pero la razón central aparece inequívoca: el poeta miente demasiado porque se siente en consonantia con la naturaleza. Los contra-movimientos tónicos-sensuales del arte. mejor dicho. línea. por lo tanto. No se trata del pensamiento de esto o aquello. b) la mentira implícita en el carácter reductivo de lo verdaderofalso-lógico. agudeza de toda la inteligencia y de todos los sentidos. por encima del cielo. atención a todos los elementos constitutivos del signo: color. aún cuando fueran búfalos . en su fuerza organizadora-compositiva de configuraciones sígnicas. el juego de las apariencias. no como medio extático para salir de los limites de tales formas. en fin. En esta obra el acento no parece ponerse sobre la relación arte-mentira. valen ciertamente. Para ambos la apariencia es mentira. Contra toda mística del arte es violentísima la requisitoria nietzscheana. comensal de los dioses. sus pensamientos -cuando rompe el circulo mágico que encierra forma y pensamiento. 2. En el Zaratustra el laberinto de la concepción nietzscheana del arte se enriquece con nuevos elementos. El poeta transformado opone a este exceso de mentira la perfecta medida de su arte: existen múltiples modos de abrirse al mundo -el signo es una apertura al mundo. la universal facultad falsificante. y que ya cansa y produce nausea. El arte en cuanto juego de configuraciones sígnicas es entonces. continuamente desfondante) de la apariencia. de lo esencial que es. la verdad de aquello que para la metafísica es no-verdad. por otro lado. nauseado ante este demasiado de mentira. que Nietzsche enfatiza. cuando no ama por sí mismas las formas de su arte. pone la verdad como no-verdad. mentira. es afanosa búsqueda del significado comunicable. La embriaguez artística es el colmo de la lucidez intelectual. el signo. la segunda reduciendo las propias configuraciones sígnicas a seductores velos del logos. no es más poeta. o. de lo profundo. y el signo no otra cosa que vestimenta-escritura del pensamiento. pero para un estado de embriaguez que se configura como búsqueda trágico-teórica de la forma en cuanto forma-pensamiento. sino de la actividad que pone: a) la polivocidad-complejidad de las posibles formas de apertura al mundo (que es algo bien distinto de la equivocidad). El poeta que miente demasiado. La manía por la forma que se apodera del artista es manía por la diferencia. deviene apariencia. pierde lucidez intelectual. aquello que está por encima del cielo no pertenece al arte. traiciona la Forma -pero la Forma no tiene nada de formalístico: ella es universal facultad falsificante. y por eso están obligados a buscar espectadores. esta manía o embriaguez por la configuración sígnica es de una especie muy particular: quiere máxima precisión. sino las páginas de Benjamin sobre Baudelaire encuentran en Nietzsche su origen. del sueño creador. cósmico crear-destruir. de los poetas que Zaratustra ve transformados por esta mirada crítica sobre el arte del más allá. por lo tanto. sino porque indica la verdad de la ausencia de Fundamento. La página contiene una larga lista de indicios que motivan este juicio. Mintiendo demasiado se destruye el gran estilo de la mentira. un nuevo saber. c) su misma mentira a los ojos del reducionismo lógico-filosófico. de ocultamiento de esta verdad de la apariencia que reviste la Verdad metafísica. evento abismal. por la gradación. más allá de ellas. en la fantasía domada de la obra de arte. miente dos veces: la primera haciendo propia la mentira del Fundamentum metafísico. El anti-Wagner nietzscheano debe ser leído también en este contexto: ningún idealismo es lícito al gran estilo . pero también. de comercio ideológico. en cuanto ella manifiesta como única verdad la no-verdad . El poeta miente demasiado cuando busca además de sus formas. El poeta miente demasiado. es pues. La extrema seriedad del signo nietzscheano exige que se sienta como contenido aquello que los no artistas llaman forma pero este amor por la forma. sensibilidad. aquel que ve en él el símbolo de la creatividad de la physis. la forma. contra la univocidad de la apertura al mundo propia de los sistemas lógico-discursivos. de la verdad de la no-verdad. gradaciones tonales. extremo y exangüe heredero del idealismo del logos.

el cosmos no es más escritura de nada. Pero los más nefastos intentos de misticizar el arte se esconden propiamente detrás de la representación naturalística. este eterno ciclo cósmico. el deber . Balthasar ha aprehendido con claridad esta dimensión del pensamiento nietzscheano. En cuanto Gloria perfecta en sí mismo. que es el arte. dispara el anhelo. El escandaloso error de Schopenhauer: poner el arte al servicio de la negación de la vida. Creería sólo en un dios que supiese danzar está escrito en el Zaratustra. como última. Ella quiere el mundo. El Canto del Sí y Amén está sin sujeto si no se considera la concepción nietzscheana del arte. y ya por muchos lados desesperada. El artista adorador de la Forma. sujetos al cielo cósmico común. A este último sabe responder solamente el poeta transformado -o bien. Como ya en Goethe. El problema de la Gloria desaparece en el desarrollo de las religiones históricas: puede retornar solamente como Gloria del cosmos autónomo. en cuanto divina tirada de dados. El arte en cuanto alcyónico. del mismo modo. Sus leyes son inviolables. La Forma es composición. Este renacimiento pagano parece. teoría trágica del eterno crear-destruir. El gran estilo es resultado del trabajo intelectual de crítica-falsificación de lo Verdadero. sino que por el contrario se refiere a la tierra y al carácter trágico de la vida. La misma idea de voluntad de poder. Este arte es. como diría Nietzsche. él es el heredero del Maquiavelo más clásico-trágico. sonidos. sino composición sígnica. como progresiva ociosidad de lo divino. En el gran Sí del arte a las formas como vida están implícitas la actividad y la potencia formantes-compositivas. teorizado por la tragedia. Este arte adora las apariencias. Su lectura de Goethe se desenvuelve enteramente en el signo contrastado del renacimiento pagano. entendida la vida como configuración sígnica . Pero mientras que la crisis del universo teofánico se manifiesta. no cae en inefables ex-stasis más allá del pensamiento -pero es aquél que piensa en tal modo. El arte es irremediablemente pagano -dijo Savinio-. parece destinada a triunfar. Este ápice de la voluntad de poder se alcanza en la voluntad de poder en cuanto arte. lo místico en arte es un arbitrio. ningún ingenuo vitalismo. de quien se habla en La gaya ciencia. Si se presta atención: no se escuche a Bizet en este punto.mundo. La manía. en la tradición de la religiones históricas. ligero. Pero en Nietzsche se consuma también la secular vicisitud de la crisis del universo teofánico. que in hoc signo. El mismo derrumbe del universo teofánico deriva de tal mediación. cosmos -o bien: se da trágicamente. hacia lo trascendente del Sentido. es apertura al ser. un demasiado de mentira. En la composición el mundo como divina tirada de dados se expresa como Forma. La Forma es composición. El arte es en Nietzsche ficción de tales dioses. Su Forma no es sublimante. Sólo allí donde lo divino no es completamente intuible en la apariencia. a ciencia cierta paradójico. se manifiestan en la severidad y claridad del principio compositivo. nace de la mirada de la tragedia sobre el mundo como totalidad de los azares. En este Olimpo. Un heroico furor domina la dimensión nietzscheana de la voluntad. en Nietzsche. como retorno del exilio de los dioses paganos. por lo tanto. El arte ligero es la facultad que derrota al espíritu de gravedad. mediterráneo. Lo místico en arte es una falta de Forma. y a la vez. no es configuración casual. la embriaguez dionisíaca. como felices azares o combinaciones. su necesidad inquebrantable. divinización de la existencia . En él el pensamiento se reabre al cosmos como Gloria en sí mismo. resistencia a la simple profanación del cosmos. autónoma plenitud de ser que abraza espíritu y Eros. que hunde las propias raíces en Maquiavelo. en lugar de lo que sucede con los árboles de las nubes que impiden la epistrophé a la idea celeste. La influencia del gran debate renacentista es aquí evidente: Nietzsche se presenta como heredero de la ruptura del cosmos teofánico que se manifiesta ya prepotente en las páginas de un Pomponazzi. El arte que Zaratustra quiere es arte pagano. su Sí a la existencia está totalmente mediado a través de este trabajo. Por eso. en Nietzsche se expresa como divinización de la apariencia. tal concepción desempeña en el pensamiento nietzscheano una función general. frente al espectáculo del mundo. aquel filósofo artista que expresa el concepto superior del arte . pero a la vez también de aquel neo-platonismo aún vivo en Bruno: la existencia como solar-divina en sí. En un Fragmento de 1887: mediterraneizar la música es mi consigna. En cada instante. el pensamiento se da en formas. No es reflexión simple de esta totalidad. Pomponazzi y Bruno. por un lado. absolutamente no relegable al campo de la así llamada estética . pues el naturalismo es expresión máxima de la tendencia del arte hacia el logos predicativo-discursivo. metáfora total del Anticristo. bendición. Su canto es aquel del Sí y Amén. como explicó Bortolotto. sino. ella repite el así quise que fuera . palabras vivas. para Nietzsche. Goethe aparece como el último gran contramovimiento frente al idealismo judeo-cristiano. el ojo solar para la existencia no se abre de par en par simplemente sobre el mundo como cosmos y armonía. El arte en Nietzsche es el contra-movimiento esencial respecto al ascetismo judeo-cristiano. El colmo de la voluntad de poder es querer que este derrumbe se transfigure en divinización de la existencia en . o. pero arte trágico. Su naturaleza es esencialmente anti-pesimista. es metamorfosis extrema de Eros: el Hermes psicopompo despeja el terreno que nos arraiga a la tierra. La trágica paradojalidad de la concepción nietzscheana consiste en el hecho de que la voluntad divinizante de la existencia se manifiesta como voluntad analítico-intelectual. La tragedia no se separa del mundo por un solo instante -pero ni siquiera por un instante se limita a reflexionar pasivamente sobre la casualidad. a los Lieder italianos y españoles de Wolf. edifica un Olimpo de las apariencias: concibe a los dioses únicamente en su proceder en el mundo. y no por ser expresión de lo divino. abismo del Azar y de sus combinaciones. Nietzsche ve en Goethe el último exponente de esta tradición. Acercamiento sólo aparentemente ilícito. exenta de toda inmediatez intuitiva. El arte alcyónico quiere la afirmación.

la forma que diversos eventos asumen combinándose felizmente . que se afirma en el abgründlicher Gedanke del eterno retorno. El arte lo imagina: allí donde parecen existir meros entes finitos. individuum en cuanto kaírós. de su miseria genial . y en el cual puede por esto aparecer el individuum . El arte contemporáneo no parece. no Poema. un universo pululante. El ente. Y el individuum es Gleichnis del eterno retorno. por un lado. composición de fragmentos por fragmentos. En el pensamiento del eterno aquello que se destruye es la idea de un sentido del evento más allá de sí mismo. singular azar feliz. como la abismal contradicción entre dilatación máxima de la fuerza analítica del intelecto (aquella misma que hace descubrir en la gran síntesis wagneriana -deconstruyéndola con esto. que a nada alude . instante. El arte es para Nietzsche precisamente esta transfiguración del vértice de la fuerza disolvente críticointelectual en Sí trágico a los juegos del mundo como juegos divinos. Pero ni aún ésta puede ser asumida como la última palabra de la concepción nietzscheana del arte. en suma. La radical falta de fundamento del fluir de la muchedumbre metropolitana se transfigura en el instante desesperado de la Transeúnte. La forma del evento. ¿Cómo es posible este arte? ¿Dónde puede él ex-sistir en la complejidad de su forma? ¿No será ésta otra idea del arte? ¿No será este arte alcyónico justamente lo opuesto de un arte pagano -es decir aún un arte ideal . dominio exclusivo de las formas de la discursividad predicativa. Shiva-Dionysos liberan las propias formas de la lógica del sentido: las formas devienen apariencias que nada ocultan. sujeto. Eso que Nietzsche llama pasión por los sonidos . agudísimos. del gran mediodía . Este pasaje conduce al problema de la relación entre arte y eterno retorno. demasiado humano. Pero dramática y simbólica nietzscheanas no se resuelven en esta dimensión -como aquella del eterno retorno no se resuelve en la -metáfora de la mercadería. sensibles en cada fibra.que nada esconde: ningún fundamento. El arte pagano de Nietzsche es exaltacióndivinización del individuum. cuyos azares son vistos como juegos divinos. se opone. La facultad artística desoculta un mundo sin sentido . En este cosmos del eterno retorno. 3. a la Historia providencial judeo-cristiana. La lírica contemporánea -la gran Forma de la lírica contemporánea. es utopía. Ella no puede entenderse como ex-stasis de la espiritualización de la vida contemporánea. y el del alegre mensajero . gran arte y dimensión onto-teo-teleológica se presentan históricamente indisolubles. en el cual la apariencia nada oculta. el arte diviniza la apariencia. lapsus geniales). más allá. En esto el eterno retorno manifiesta su prima facies: el carácter antiteofánico del cosmos. Divinizar es lo opuesto de idealizar: significa teoría trágica del ente. parece evidente que el lugar de este arte. nada para amar más allá. La manía dionisíaca en Nietzsche es ciertamente también manifestación del lírico intensificarse del Nervenleben metropolitano. por otra parte. de su impotencia apolínea -y todavía abierta al Canto del Sí a la existencia. ya esbozado en otro lugar). el total Olimpo nietzscheano de la apariencia es también Metrópolis y Nervenleben. las máscaras del juglar que ocultan nuestro Eros por el conocimiento. del principio universal del cambio-: Nietzsche quiere también ver el fuego que quema la gran ciudad. por muchos lados. mostrando con esto su infundado-. el ritmo está totalmente escandido sobre el valor del individuum . individuum en cuanto racimo de eventos o conjunto de instantes que quiebran las espiras de la duración.manifiesta esta más escondida esencia de la concepción nietzscheana del arte: no Síntesis. El individuum es perfecto fragmento: idea del aforismo nietzscheano como. impotente para ser? Del conjunto de las reflexiones nietzscheanas. adoración de las formas. sino solamente indicar cómo la concepción trágicamente-paradójicamente pagana del arte que tiene Nietzsche se conecta con él inextricablemente. Este Singular asume. quizá. más bien: arte ideal por excelencia. la gorra del bribonzuelo que el conocimiento lleva consigo. más que el negativo de tal visión. Está sustraído al mero fluir. es transfigurado por el arte en individuum. y en particular de ciertas páginas de Humano. En este juego. floreciente de contradicciones. por el otro. justamente al precio. del Nervenleben de la lírica contemporánea. Sobre el término Idea es posible la construcción de la total estética . Sólo al llegar a este punto es posible entender la pertinencia de ciertos reclamos nietzscheanos en los ensayos de Benjamin dedicados a Baudelaire y a la filosofía de la lírica contemporánea. transiciones mínimas. y voluntad de mirar el mundo con ojo solar -de divinizar la existencia en el momento mismo en el cual la hegeliana Vergeistung procede a la dialéctico-sistemática destrucción de todo cosmos teofánico. él ve al individuum. necesidad de su ciclo. un valor que no desaparece. símbolo (unidad efectual) de crítica del logos y juego del eterno retorno. El arte europeo esta estrechamente ligado a una visión teofánica del cosmos. del tiempo como nihilística sucesión de momentos. en la forma artística.cuanto tal. de las percepciones maravillosamente dilatadas -capaces de recoger lo infinitésimo. a la Forma apolínea. infinitesimales compases. sustancia. parece. en su abisalidad. en el eterno retorno.individuum en cuanto singular evento. en el cual nada hay que buscar detrás de las formas. La consideración del arte se despliega en Nietzsche entre los dos ejes lógico-metafísicos de su pensamiento: el crítico-negativo que abisma 1a idea de un desocultamiento del mundo. sino fragmento.este Singular. Teología y arte. No podemos aquí adentramos en el examen del eterno retorno (que hemos. Tal fuego aparece. entonces.

a Rilke. Zaratustra está cansado y nauseado de un arte que quisiera. de un gran arte (afirmativo. Pero lo imposible puede ser oído. la posibilidad de esta palabra. o la poesía. ¿Por qué es música el arte contemporáneo? ¿Por qué el Lacoonte contemporáneo es el problema de la música? Decadencia y ocaso del cosmos teofánico. atravesando el infierno de esta inteligencia logra existir como palabra viva dionisíaca que recoge el instante como individuum. desencantada respuesta. la grandiosidad del intento nietzscheano consiste precisamente en el definir las condiciones trascendentales de posibilidad podríamos decir.no es más que efecto de la disolución del cosmos teofánico. versus toda sublimación exstática de la existencia. El arte del desierto no puede ser más que aquel de la inteligencia máxima y del oído -pero este oído penetra hasta el silencio que abraza cada feliz combinación de signos y desesperadamente indica el lugar no-lugar del gran arte de Dionysos. fingir un mito ya sepultado. Su mito no puede renacer. parece conservarse intacta. Más allá de esta náusea se abre una alternativa decisiva: o la poesía deviene solamente repetición. son vividos en él no sólo en el culmen de la inteligencia compositiva -como problema de nuevos órdenes. Bloch ha revivido intensamente esta experiencia nietzscheana. composición desesperadamente sígnica que justamente en la exhibición de su miseria indica la acontecida disolución del cosmos teofánico. lugar no-lugar. La hegeliana muerte del arte -que Nietzsche retoma en Humano. demasiado humano. Ahora bien. El problema de este arte -la utopía de este arte va desde Hölderlin a Nietzsche. la imposibilidad intuitiva. No siendo pro-ducida. hasta el silencio de Webern. que transfigura en individuum que no decae al ente infundado.sino también mostrando. de un arte teo-lógico. radicalmente opuesta al nihilismo de la historia europea. de esta Voz sustraída a su necesario desarrollo discursivo-predicativo. La atención de Nietzsche a la música es por eso necesaria. alegre mensajero ) que reconozca sin nostalgia la disolución de aquel cosmos -de un arte versus la Idea. De este arte no es posible hacerse imágenes . en cada fibra del mismo lenguaje. Sólo así se responde en la música contemporánea al problema nietzscheano. la inaferrabilidad del ente como individuum -la inaferrabilidad de un arte dionisíaco en el sentido auténtico nietzscheano: del arte como indicio de la posible superación del nihilismo en el extremo de la historia del nihilismo. combinaciones. Massimo Cacciari Sitio creado y mantenido por Horacio Potel . o sea. a quien Busoni llamó músico en palabras .europea. El arte del cual él habla no puede ser sino musical: figura invisible. En algunas de sus páginas sobre el desarrollo del pensamiento musical. El sentido de lo imposible puede recuperarse en la forma musical. Justamente en este silencio se custodia la palabra viva. Pero esta poesía deberá pertenecer a una nueva concepción del cosmos y del tiempo. retrayéndose en la infinita dilatación de la pausa. Pero sólo en la música ha sido intentada tan rigurosa. El lugar de este arte es utopía. a este problema. En esta nostalgia consoladora consiste para él el demasiado de mentira de los poetas. arte meramente combinatorio. hacer revivir la Gloria perdida. no siendo canjeada en la economía general de la proposición. configuraciones signicas.